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Destrucción de sustancias agotadoras de la capa de ozono

Históricamente, gases refrigerantes como el gas freón, que ahora se sabe que son sustancias agotadoras de la capa de ozono (SAO), se usaron extensamente en los sistemas de enfriamiento domésticos, comerciales e industriales. Los halones se han usado principalmente en extintores y otros sistemas contraincendios. Hoy sabemos que son excepcionalmente perjudiciales para la capa de ozono. La importancia que estas sustancias tienen en la destrucción parcial de la capa de ozono se dio a conocer ampliamente al público durante la década de los ochenta. En 1987, se firmó un tratado llamado Protocolo de Montreal relativo a Sustancias Agotadoras de la Capa de Ozono, con el fin de minimizar la emisión de estas sustancias. Este tratado se concentra en la reducción y la eliminación de las SAO. La mayoría de países son signatarios de este acuerdo y, de acuerdo con sus términos, muchos han prohibido la liberación de estas sustancias a la atmósfera, así como su importación y producción.

Desde 1996, la planta de BCD Technologies en Tottenham ha venido destruyendo de manera segura tanto refrigerantes como halones mediante el proceso de plasma de alta temperatura PLASCON®. El banco de halón de Australia (Australian National Halon Bank) recolecta los halones y los envía a BCD Technologies para su destrucción. Por su parte, Refrigerant Reclaim Australia recolecta los gases refrigerantes usados, que también son destruidos por BCD Technologies. BCD Technologies también suministra servicios de destrucción de SAO a otros clientes. Desde 1996, en sus instalaciones se han destruido más de 1.000 toneladas de halones y más de 2.500 toneladas de refrigerantes usados. En la actualidad destruyen más de 450 toneladas de SAO por año.